Juanetes: consejos para la prevención y cuidado de los pies
Los juanetes afectan nuestra calidad de vida e influyen directamente en nuestra movilidad. Por eso, decidimos hablar de prevención y cuidado de los pies, para minimizar o prevenir las molestias que pueden causar en el futuro.
Escrito por Stannah
“Quien no ha caído nunca, no tiene una idea justa del esfuerzo que hay que hacer para tenerse en pie.”
Eduard Douwes Dekker
Los pies son objeto de muchas expresiones universales, con variados sentidos, como el “tener los pies en la tierra”, sinónimo de una persona estructurada y precavida. Pero si nos vamos al plan meramente físico, nos sorprenderá saber que el pie es una de las estructuras más complejas de nuestro cuerpo y fundamental en nuestra anatomía para que pudiéramos evolucionar hacia la locomoción bípeda humana.
Para entender esta complexidad anatómica, piensa que los pies y tobillos combinados tienen 26 huesos, 33 articulaciones y más de 100 músculos, tendones y ligamentos. ¡Casi parece imposible que todo eso quepa en una parte tan reducida de nuestro cuerpo!
Según la Cleveland Clinic , a lo largo de nuestra vida, podemos llegar a caminar lo equivalente a cuatro vueltas al mundo. Es decir, es una parte de nuestro cuerpo que sufre mucho desgaste y, por eso, muy propensa a lesiones. Hay estudios que prevén que 3/4 de las personas tendrán, en algún momento de sus vidas, molestias en los pies o tobillos.
No cabe duda de que la salud de nuestros pies puede ser determinante para nuestra calidad de vida y un simple juanete puede afectarla inmensamente. Quizás nunca hemos escuchado el término hallux valgus, pero seguro nos suena la palabra “juanetes” de haberla escuchado de nuestros padres y abuelos. ¡O quizás tú mismo tienes juanetes y sabes bien lo incómodos que son!
Pero hay que hablar de juanetes, porque influyen directamente en nuestra estabilidad y capacidad de equilibrio al caminar. Sobre todo, en personas de avanzada edad, los juanetes pueden llegar a causar desequilibrio y aumentar el riesgo de caída.
De la investigación que hemos llevado a cabo en Stannah, las molestias en los pies son uno de los factores que pueden causar problemas de movilidad y conllevar a un estilo de vida más sedentario. Aunque los juanetes tienen más incidencia en mujeres, también afectan a una gran cantidad de hombres.
Por lo que ambos pueden ver su calidad de vida, su rutina y actividad física muy afectada. Para mejor entender esta condición, es importante que entendamos qué es un juanete primero, qué es lo que lo causa y qué es lo que podemos hacer para minimizar su impacto en nuestra calidad de vida y movilidad.
Por eso, te invitamos a acompañarnos en este recorrido, para entender la importancia que tiene el cuidado de los pies, con la indicación de que, si crees que tus pies muestran las primeras señales de tener juanetes, consulta a tu médico para un asesoramiento y consejo profesionales, y evita cualquier tipo de remedio que no haya sido aconsejado por él médico podólogo o fisioterapeuta.
Trastornos del pie: ¡todo sobre juanetes!
Los trastornos del pie son un problema serio de salud, ya que causan malestar, dolor, disminuyen la calidad de vida y influyen directamente en la capacidad de equilibrio – lo que implica un riesgo elevado de caída. ¡Por eso, es algo que creemos que debe tomarse muy en serio!
¿Qué es un juanete? Síntomas, causas y prevención
Un juanete es una deformidad del pie, en la que el dedo grande empieza a desviarse hacia el otro dedo, creando un bulto en la parte de afuera del pie, justo en la articulación del dedo grande. Sin embargo, existen diferentes tipos de juanetes:
- El tipo más común de juanete es el que sale en el dedo grande, sobre todo en la edad adulta, cuyo nombre médico es Hallux Valgus (que significa, en latín, “dedo grande desviado”).
- Tenemos también el “juanete de sastre”, cuando la protuberancia ocurre en el dedo meñique.
- Los juanetes que salen en la adolescencia, más comunes en niñas entre los 10 y 15 años, son normalmente hereditarios.
Para poder entender mejor la sensación de tener un juanete – para los que tenemos la suerte de no sufrir con esta condición – tener un juanete es como tener el pie apretado en un zapato de punta estrecha, todos los días, a todo rato. Y es que el dedo grande del pie comprime y se sobrepone al dedo siguiente, causando una deformidad de la articulación metatarsofalangeal (MTP) – es decir, en la articulación que está en la base del dedo grande – que se manifiesta con la formación de un bulto o protuberancia, como podemos observar en la imagen. Utilizar calzado muy apretado, a pesar muy prejudicial y acelerar el desarrollo de juanetes, no es la sola causa del problema.
¿Qué es lo que causa un juanete?
En la imagen superior vemos un juanete vulgar (o hallux valgus) y un juanete de sastre. Existen diversos factores que pueden provocar juanetes, y aunque no se conoce muy bien la causa exacta, listamos algunas de más probables:
- Factor genético
- Lesión en los pies
- Estrés severo y repetido en los pies
- Sufrir de una condición inflamatoria o neuromuscular
Cuando hablamos de factor genético, no quiere decir que tener juanetes es algo que, irremediablemente, pasamos a través de los genes a nuestra descendencia. Lo que es hereditario es lo que provoca el juanete, es decir, la susceptibilidad del pie para desarrollar un juanete. Por ejemplo, tener pie plano, tener problemas de tendones o de las articulaciones en los pies, eso si son situaciones que pueden ser hereditarias y, a consecuencia, aumentar el riesgo de desarrollar juanetes a medida que avanzamos en edad. Pero hay siempre algo que podemos hacer para prevenir o retardar la evolución de esta condición. Te lo explicaremos todo a continuación.
Empezaremos por entender hasta que punto el calzado influye en la formación y progresión de los juanetes. Existe alguna controversia alrededor del tema. Si los tacones, si el calzado apretado, si el calzado de punta estrecha… Pues parece ser que sí: que, si la punta del pie está siempre bajo mucha presión, eso podrá contribuir para el desarrollo de los juanetes. Más aún si existe predisposición genética para que eso ocurra.
El juanete se forma por presión en la articulación del dedo grande (hallux), que provoca un cambio en la anatomía del dedo. Eso conlleva a que la persona termine desviando el peso del cuerpo hacia otra dirección, y sobrecargue los tendones y articulaciones del pie. Por eso, para personas que tienen trabajos que implican estar de pie muchas horas o caminar mucho, tienen más probabilidad de desarrollar juanetes, debido al estrés ejercido en las articulaciones del pie. El caso más obvio y extremo seria, por ejemplo, en bailarines de balé.
De cierto modo, podremos decir que, entre las causas más comunes de juanetes, están:
- Condiciones inflamatorias o neuromusculares, como sean la gota, la polio, la artritis reumatoide o psoriásica, entre otras.
- Lesión en el pie, como esguinces, fracturas, lesiones en el nervio o fracturas mal curadas.
Para mejor comprender nuestros clientes con Artritis, Stannah ha desarrollado, en colaboración con la Universidad de Loughborough, un traje simulador de artritis, que simula los efectos de la artritis en diferentes partes del cuerpo, incluidos los pies. Con un calcetín especial, es posible simular el dolor que provoca un juanete y la verdad es que, todos los que en Stannah tuvimos la oportunidad de probarlo, sentimos lo incómodo y limitante que puede llegar a ser tener un juanete.
¿Cuáles son los síntomas de un juanete?
- Sensación de ardor en el dedo grande o en la zona alrededor;
- Dificultad al andar o problemas de equilibrio;
- Sensación de hormigueo en el dedo grande;
- Sensación de pie cansado;
- Piel inflamada y roja alrededor del dedo grande;
- Aparición de callos entre los dedos debido a que el dedo grande los aplasta y obliga al roce constante.
El juanete es, en realidad, como una bolsa de fluido alrededor de la articulación del dedo gordo, que causa la inflamación. Por eso, la articulación del dedo queda muy rígida y provoca mucho dolor. En algunos casos más severos, el segundo dedo queda atrapado entre el dedo gordo y el tercer dedo. Puede pasar que queda debajo, o por encima, lo que comúnmente se denomina por “dedos en martillo”, como vemos en la imagen arriba.
¿Cómo prevenir que un juanete evolucione para peor?
De nuevo, al mínimo síntoma, debemos siempre consultar a nuestro podólogo o médico de cabecera y evitar cualquier tipo de automedicación. Los métodos de prevención, o de tratamiento del juanete, se pueden dividir en métodos quirúrgicos o no quirúrgicos. Si cogido a tiempo, se puede remediar un poco y ralentizar la evolución del juanete con técnicas no quirúrgicas, sin embargo, para resultados permanentes, la cirugía suele ser el método más eficaz. Echemos un vistazo a los tratamientos no quirúrgicos más comunes, disponibles para el tratamiento del caso más común de juanetes, el hallux valgus:
- Utilizar calzado adecuado. No quiere decir que no pueda presumir de calzado bonito, pero es importante que tenga determinadas características. Por ejemplo, que no tenga tacón, que sea de material suave y que no sean muy estrechos en la parte delantera (más adelante, hablaremos del tipo de calzado en específico).
- Mantener un peso saludable. Cuanto más pesamos, más presión se ejercerá en toda la estructura del pie.
- Utilizar una férula para juanete. Como podemos observar en la imagen, un juanete protegido por una férula ayudará a que la protuberancia no crezca más y que el dedo gordo no se tuerza más, a la vez que amortigua el impacto y la presión. Sin embargo, para acomodar una férula, el calzado debe ser lo más confortable y maleable posible.
- Plantillas para zapatos. Una plantilla especial, hecha a la medida del pie por un especialista, también puede ayudar a acomodar los dedos de la mejor forma.
- Tablillas para los dedos. Estas tablillas se colocan entre el dedo grande y el segundo dedo, para proporcionar alivio y evitar que se sobrepongan, para utilizar sobre todo durante la noche. No podrán revertir el crecimiento del juanete, pero ayudarán a minimizar los efectos.
- Calcetines especiales y masajes con calor/frio. Como el juanete es una inflamación en la articulación, hay calcetines especiales o masajes con variación entre calor y frio, que ayudan a mejorar la microcirculación sanguínea y a reducir la inflamación.
- Ejercicios y automasajes en el hallux valgus. Realizar determinados ejercicios con el dedo gordo del pie puede ayudar a prevenir la progresión del juanete y a mantener las articulaciones del dedo flexibles. Podrá realizar estos ejercicios con su médico o fisioterapeuta, pero también debería realizarlo a diario, en su casa. En este vídeo podrá observar algunos de esos ejercicios:
Subrayamos que nunca es posible eliminar del todo un juanete, a no ser quirúrgicamente, pero los médicos son unánimes en solo aconsejar la cirugía en último recurso. En casos como:
- El juanete le causa mucho dolor;
- Le hace perder el equilibro y se le hace difícil caminar;
- Los dedos se están sobreponiendo – efecto dedo martillo;
- Presencia de bursitis muy avanzada en el juanete.
Cuando eliminamos un juanete quirúrgicamente, el objetivo es que el dedo y la forma del pie vuelvan a lo normal. Pero los huesos, los ligamentos, los tendones y los nervios necesitan de tiempo para corregirse después de haberse retirado la bursitis. En algunos casos, dependiendo de la severidad del juanete, es necesario proceder a una osteotomía, lo que significa que el médico tendrá de cortar el hueso para reposicionarlo. Aunque pueda parecer la mejor solución, ¿por qué los médicos solo recomiendan la cirugía en último recurso? ¿Y por qué insisten tanto en tratamientos no invasivos primero? Estas son algunas de las razones:
- La cirugía no garantiza que los síntomas desaparezcan, especialmente en los casos de “juanete de adolescente”. Porque si la persona en cuestión no ha alcanzado aun la madurez esquelética, es muy probable que el juanete se vuelva a desarrollar.
- La recuperación total puede llevar más de un año y no puedes apoyarte en el pie durante al menos 6 semanas después de la cirugía.
- Durante todo ese tiempo de recuperación, es probable que necesites utilizar calzado especial e incluso muletas.
En conclusión: la cirugía del hallux valgus, por razones meramente cosméticas, no se aconseja, debido a las consecuencias listadas antes. Además, pueden surgir otras complicaciones como la rigidez de la articulación del dedo grande, o simplemente el hueso puede no sanar totalmente. Por eso, es muy importante que, junto a tu médico, tengas en cuenta las ventajas y desventajas de una intervención quirúrgica.
¿Cuáles son las consecuencias de un juanete que no recibe tratamiento?
Si dejamos empeorar el estado de un juanete, sin recibir tratamiento de ninguna especie, podremos llegar a un ponto sin retorno. En algunos casos, el simple tener más cuidado con el calzado utilizado puede hacer toda la diferencia para que un juanete no evolucione a peor. Pero cuando no causa dolor, la progresión del juanete puede pasar muy desapercibida y, cuando nos percatamos, puede llegar a tener un impacto muy negativo en nuestro día a día.
En algunos casos más severos, cambia la forma como el pie es capaz de equilibrar el cuerpo. Cuanto más empeora el bulto o bursitis en el juanete, más afectada se verá la capacidad de caminar normalmente. Claro está que esto puede conllevar a una reacción en cascada: desde la falta de equilibrio, resultando en caídas o lesiones incapacitantes, que todos queremos evitar. Así, diríamos que un juanete sin tratamiento puede:
- perjudicar la función del pie;
- perjudicar los demás dedos y hacer que se sobrepongan;
- conllevar a uñas encarnadas;
- provocar dificultades al realizar ejercicios o caminar;
- provocar callos en la planta del pie o en los dedos;
- provocar perdida de equilibrio y aumentar riesgo de caída;
- limitar la calidad de vida, desde la libertad de calzar lo que queremos o de poder realizar determinadas actividades físicas.
¿Qué podemos hacer para minimizar el impacto de un juanete?
Un tratamiento no quirúrgico no es capaz de eliminar un juanete, pero puede ayudar a aliviar los síntomas y evitar que progrese a peor. Pero cuando hablamos de prevenir los juanetes, es importante saber si tenemos alguna predisposición genética y estar atentos a las primeras señales para poder tomar medidas, a tiempo. Cuidar de los pies es de suma importancia, no solo cuando nos hacemos mayores. Es una preocupación que debemos tener desde jóvenes. Cosas tan sencillas como:
- Realizar ejercicios específicos para los pies, como intentar coger un pequeño objeto con los dedos de los pies;
- Evitar utilizar calzado de punta estrecha. Si debes utilizarlos, asegúrate de que no sea por un largo periodo de tiempo y ten de repuesto un par de zapatos confortables;
- Estar atentos a la anatomía de los pies, para ver si notamos algún cambio. A la mínima señal de aumento de tamaño del juanete, podremos actuar;
- No descuidar nunca la consulta con un médico podólogo.
Toma nota: cuida tus pies con todo el cariño. Damos por garantizado el bienestar de nuestros pies cuando somos jóvenes, pero es ahí cuando empieza la prevención.
Fuentes:
- American Academy of Orthopaedic Surgeons
- Harvard Health Publishing – What to do about bunions